martes, 3 de mayo de 2011

¿Por qué somos Nuevo Encuentro?


Recientemente Martín Sabbatella manifestaba que frente al sciolismo que conduce la provincia de Buenos Aires, el Nuevo Encuentro es una fuerza distinta ideológicamente, perteneciente a otro universo de ideas. Esta es la razón principal por la que nos identificamos con esta construcción que está naciendo.
No somos parte del Nuevo Encuentro para maquillar la estructura del PJ, tan acostumbrado a generar en cada época la mejor representación del sentido común para retener el poder sin importar qué máscara deba crear. No venimos a poner transparencia y buenos modales allí donde reina el trato mafioso y la corrupción.
Somos Nuevo Encuentro porque es la hora de construir en Argentina una opción popular frente a los partidos del sistema de carácter progresista y de izquierda. Es la hora de acompañar en nuestro país un proceso que se extiende por América Latina, no sin contradicciones, que se caracteriza por el protagonismo popular, el antiimperialismo y que pretende orientarse hacia el anticapitalismo. Este es el universo de ideas que nos une a las fuerzas que componen el Nuevo Encuentro, aún cuando existen diferencias entre ellas. Pero tenemos claro que la diversidad de tradiciones, identidades y plataformas es parte de la realidad de este tiempo y que, lejos de ser una debilidad, se constituye en un elemento profundizador de los procesos, en la fortaleza de la unidad.
Nuestra visión está caracterizada por la necesidad de construir poder popular, organización de los trabajadores, los estudiantes, los intelectuales y todos aquellos actores sociales atacados por el imperialismo, para luchar por su propia liberación. Sin poder popular no hay alternativa política que se exprese en el plano electoral. Y sin frente electoral, dados los tiempos de Nuestra América, la acumulación de poder popular en el plano social no se expresa en disputa por el poder político, por la conducción del conjunto de la sociedad. Del mismo modo, la construcción de una propuesta electoral sin ese poder popular que le de vida y encarnadura, corre el riesgo de repetir viejas experiencias desarrolladas por el progresismo en nuestro país, que por falta de firmeza ideológica desbarrancó en el neoliberalismo aliancista.
Poder popular y frente electoral como parte de la construcción de la alternativa política liberadora, ese es el norte que guía nuestro trabajo y nuestro aporte hacia el Nuevo Encuentro.